Como el generador de proteínas más eficiente del mundo, la acuicultura es una de las áreas de crecimiento a largo plazo más importantes para la producción de alimentos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la acuicultura sigue creciendo más rápido que cualquier otro sector alimentario importante y se espera que en 2030 proporcione el 60% del pescado disponible para el consumo humano. Se pronostica que la producción mundial alcanzará los 109 millones de toneladas para esta fecha, lo que representa un aumento del 37% en comparación con los niveles actuales (Fuente: 'El estado mundial de la pesca y la acuicultura', FAO 2018).
La acuicultura es capaz de producir grandes volúmenes de productos del mar de alta calidad, saludables y trazables. En comparación con la ganadería terrestre, la industria acuícola tiene una huella de carbono y un índice de conversión alimenticia (FCR) bajos; también tiene una alta retención de proteínas y energía, y un rendimiento comestible cosechado en comparación con otras proteínas de plato principal. Esto lo convierte en un modelo sólido de cómo se deben cultivar las proteínas en el futuro.