Desarrollar los conocimientos sobre los procesos y tecnologías de producción es importante para crear nuevos conceptos de alimentación y aumentar la flexibilidad y funcionalidad de nuestras dietas, sin comprometer la calidad física de los distintos sistemas de cultivo. La producción de alimentos acuícolas es todo un proceso complejo, y todo empieza con una receta...
¡A cocinar! (y mezclar, secar, moler... ya te haces una idea)
Si estás siguiendo esta serie, sabrás que nuestros alimentos para la acuicultura se formulan con recetas que incluyen muchas materias primas diferentes basadas en recomendaciones de nutricionistas expertos. Sin embargo, además de las características nutricionales específicas, también tenemos que considerar las físicas. Un ingrediente puede tener el mejor perfil nutricional del mundo, pero si no podemos fabricarlo en nuestras plantasde producción, la cosa se complica.
Atento a nuestro próximo capítulo
Dentro del agua
Bien equilibrados, nutritivos, sanos: las necesidades alimentarias de peces y gambas son las mismas que las de las personas. De hecho, para fabricar nuestros piensos acuícolas utilizamos muchos de los mismos equipos que se emplean para fabricar alimentos para humanos. ¿La mayor diferencia? Nuestros piensos tienen la complejidad añadida de estar sumergidos en el agua, lo que significa que deben ser lo bastante resistentes para soportar los sistemas de alimentación y, al mismo tiempo, sabrosos para que los peces y las gambas quieran comerlos. Un equilibrio difícil, pero que dominamos.