Los niveles reducidos de ácidos grasos de cadena larga n-3 en el alimento para el salmón del Atlántico (Salmo salar L.) no reducen el crecimiento, la robustez o la calidad del producto a través de un ciclo completo de producción comercial a gran escala en agua de mar
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Resumen:
Dado que el aceite de pescado es un factor de entrada cada vez más limitado, el contenido de ácido grasos n-3 ácido eicosapentaenoico (EPA, 20: 5n-3) y ácido docosahexaenoico (DHA, 22: 6n-3) se está reduciendo gradualmente en los alimentos para cría de ganado. salmón, y es necesario abordar las consecuencias para la salud del pescado y la calidad del filete. En el presente estudio, el salmón del Atlántico (Salmo salar L.) fue alimentado con dos niveles de EPA y DHA durante el período de cría en agua de mar desde seis semanas después de la transferencia de smolt (~ 150 g) hasta la cosecha (~ 5000 g). El ensayo se llevó a cabo en condiciones de producción comercial, con corrales de red por triplicado para cada grupo de dieta. La dieta de control (estándar) contenía un 8% de EPA + DHA de ácidos grasos totales (AG, 26 g kg - 1 alimento), mientras que la dieta baja en n-3 contenía un 6% de EPA + DHA de AG hasta 1200 g de peso corporal y 4.5% en los siguientes alimentos, con un promedio del 5% de los AG (16 g kg - 1 alimento) durante todo el ciclo de producción. El rendimiento del crecimiento y los parámetros de salud medidos, incluidas las cataratas, la acumulación de lípidos en el hígado y los efectos secundarios de la vacuna, no difirieron significativamente entre los dos grupos de dieta. Durante el período de producción, los peces se enfrentaron a condiciones estresantes y desafiantes, como cinco tratamientos contra los piojos de mar (uno oral y cuatro tratamientos de baño), así como un brote de enfermedad del páncreas y una mortalidad considerable por infecciones de las branquias. A pesar de esto, la mortalidad no difirió significativamente entre los grupos de dieta, lo que indica que los peces alimentados con AG bajos en n-3 en la dieta eran igualmente robustos que los peces alimentados con la dieta estándar. La clasificación de la calidad en el momento del sacrificio no reveló ningún efecto en la dieta, ni tampoco la evaluación sensorial evaluación sensorial de los filetes de pescado. Como se esperaba, el perfil de AG del filete difirió, con 5.4% EPA + DHA de AG total (0.9 g 100 g− 1) en el filete de pescado alimentado con la dieta baja en n-3 y 7.5% (1.3 g 100 g− 1) en peces alimentados con la dieta estándar. Los peces alimentados con bajo contenido de EPA + DHA mostraron una mayor frecuencia de manchas de melanina en el filete, 28,2%, en comparación con el 21,5% en el salmón alimentado con la dieta estándar, posiblemente relacionado con la composición de AG de la dieta que afecta los procesos inflamatorios.